Centro de Interpretación Ruta Don Vasco

Un espacio donde los antiguos saberes, las costumbres y las tradiciones del pueblo purépecha cobran vida gracias a las nuevas tecnologías audiovisuales.

La tecnología, al servicio de antiguos saberes

El Centro de Interpretación es obra de los tres niveles de gobierno y de la sociedad civil organizada; su puesta en marcha requirió una inversión de 44 millones de pesos.

Comenzó funciones el 27 de octubre de 2015, y actualmente depende del Patronato Centro de Interpretación de la Ruta Don Vasco A.C., que incluye instancias de gobierno, academia y organizaciones civiles.             Ubicado en la antigua estación ferroviaria de Pátzcuaro, éste utiliza proyecciones de 360 grados, hologramas, superficies interactivas, bocinas inteligentes y otros soportes para difundir la riqueza del patrimonio natural y cultural del pueblo Purépecha.

Esta propuesta museográfica propone una comunicación participativa del espectador con respecto a los objetos y productos que se descubren ante él. Así, puede escoger qué aspectos de la historia y la cultura de las comunidades desea conocer, y también en qué orden va a hacerlo.

La idea –explica Javier Venegas, promotor del Centro– es que los visitantes puedan planear recorridos posteriores por los sitios que aparecen en la exposición digital. “En ese sentido, el Centro se vuelve un punto de partida” para conocer a los descendientes de los uacúsecha (águilas).

El espacio traza entonces la Ruta Don Vasco, creada como una opción de turismo cultural para contribuir al desarrollo de al menos 16 municipios y 50 localidades de la Meseta Purépecha, la zona lacustre, la Cañada de los Once Pueblos y la Ciénega de Zacapu en Michaocán.

Sabores, historias y saberes

En este inmueble se activan grabaciones e imágenes conforme el visitante avanza; se exponen fotografías de gran formato y vídeos documentales que, proyectados sobre una sala circular, tratan sobre las celebraciones más importantes de los Purépecha, como la Fiesta de las Ánimas conocida como Noche de Muertos.

Hay también, un sitio dedicado a la cocina tradicional: una mesa que es a la vez pantalla táctil y cuyos contenidos incluyen recetas, reseñas e incluso los nombres y ubicación geográfica de las cocineras tradicionales que las preparan.

Además, se encuentran maquetas del Primitivo Colegio de San Nicolás, la Basílica de Pátzcuaro y otros edificios; proyecciones holográficas a propósito de tradiciones  artesanales –lauderos de Paracho, cobreros de Santa Clara, etcétera– y decenas de objetos cotidianos de esa cultura.

Un sitio especial guardan las proyecciones de los “cielos historiados” que adornan las capillas de los pueblos integrados en la Ruta Don Vasco, cuya belleza radica no sólo en el colorido y el simbolismo que proyectan, sino también en que son un excelente testimonio del sincretismo surgido del encuentro entre el pensamiento religioso católico y la cosmogonía indígena.

Antes de partir, el visitante puede utilizar cabinas Google Earth para trazar su ruta de viaje, y disponer de ensayos, mapas y guías que puede auto-enviarse por correo electrónico; y puede incluso grabar un vídeo-postal para recordar su experiencia.

El presidente Porfirio Díaz inauguró la estación ferroviaria de Pátzcuaro en 1886, en un acto que marcó a la ciudad, en ese momento sede de grandes fortunas, centro geográfico y dueña de tal “salubridad y belleza”, que se pensaba sería la capital de Michoacán, según publicó el Periódico Oficial de 1879.

Hoy el edificio es propiedad de Kansas City, que lo ha cedido en comodato.

 

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