El árbol de navidad es uno de los elementos más característicos en las fiestas navideñas, pues es puesto en la casa de millones de familias para decorar y celebrar las fiestas decembrinas.
En realidad, hay muchas historias que cuentan el origen de los árboles de Navidad, sin embargo, la que más se cuenta es donde los protagonistas son los germanos.
Cuenta la historia que los germanos pensaban que tanto la Tierra como los Astros pendían de un árbol gigante, el cual llamaban el Árbol del Universo, las raíces de este árbol se encontraban en el infierno y su copa, en el cielo.
Para celebrar el solsticio de invierno, ellos decoraban un roble con antorchas y bailaban alrededor de él.
Y en el momento que estos pueblos fueron evangelizados, los conversos tomaron la idea de festejar con un árbol el nacimiento de Cristo.
En el año 740, San Bonifacio fue quien tuvo la idea de reemplazar el roble por un pino, esto para simbolizar el amor eterno de Dios y de vida eterna.
A los primeros árboles navideños se les ponía manzanas y velas, las cuales representaban el pecado original y la luz de Cristo, respectivamente.
El significado del árbol es que representa al Paraíso, el lugar donde Adán y Eva comieron los frutos. También, sirve para recordar que Jesús vino a la Tierra para conseguir la reconciliación.
Con el paso del tiempo, las manzanas y las velas fueron reemplazadas por esferas y luces, y ahora los árboles han cambiado bastante, se ponen adornos extravagantes dependiendo del gusto de la persona, claro.