Ella dice que es un milagro el que ahora viva algunos de los días más felices de su existencia y sonríe llena de ilusión y fe, de puro gusto, dice; y cómo no pensar en milagros, cuando Apolonia López tuvo que esperar 15 largos años, para reencontrarse con sus hijos, sus 32 nietos y sus 30 bisnietos, en Dallas, Texas, con el programa sello del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, Palomas Mensajeras.
Apoyada por un bastón, doña Apolonia y otros 19 integrantes del programa sello del Gobierno de Michoacán, Palomas Mensajeras, salieron de sus comunidades de origen, en el municipio de Tiquicheo, para dirigirse al aeropuerto de Morelia y abordar el avión que los trasladó a la ciudad de Dallas, donde ya los esperaban sus seres queridos.
Llanto, risas, flores, globos y regalos, enmarcaron la llegada de las 20 madres y padres de familia, adultos mayores, en la recepción de los viajeros, donde Apolonia fue rodeada por esos siete hijos que no había visto desde hace 15 años, cuando todos, venciendo sus miedos, viajaron a Michoacán al funeral de su papá; a él ya no lo volvieron a ver con vida.
La migración separa a las familias y mezcla costumbres, culturas e idiomas. Pueden pasar años, incluso décadas, antes de que los que se van y los que se quedan vuelvan a reunirse en el mismo espacio. Y por ello, existe Palomas Mensajeras.
Ésta es una iniciativa del Gobierno de Michoacán, que funciona desde 2017 a través de la Secretaría del Migrante, cuyo fin es reunir a las personas de la tercera edad con sus seres queridos en los Estados Unidos