La Ruta del Mezcal Michoacano surge como proyecto estratégico para el impulso y promoción del turismo de los municipios con Denominación de Origen y el fomento a la cultura liquida de México con más de 400 años de historia.
Fue creada en agosto del 2018 por la Unión Estatal de Mezcaleros de Michoacán, la cual agremia al 98% de los Viveristas, Productores, Envasadores y Comercializadores de todo el Estado y este proyecto opera con recursos propios, con el fin de llevar un ingreso directo para los Maestro Mezcaleros, sus trabajadores y las familias de todos ellos, generar fuentes de empleos directos e indirectos, asì como dejar una derrama econòmica en los poblados, tenencias y municipios a los que visitamos.
El objetivo es llevar al público en general a que viva la experiencia, la interacción y conozca las comunidades mezcaleras, las fábricas o vinatas, así como el proceso que realiza cada maestro mezcalero, desde el corte o Jima de la planta hasta su destilación. Sin dejar a un lado cultura y riqueza gastronómica.
El mezcal, sigue siendo una de las bebidas más representativas de México, pues está cargada de cultura e historias, en las que Michoacán es protagonista.
La palabra mezcal es un vocablo que se deriva del náhuatl: mexcalli, que significa maguey cocido o pencas cocidas del maguey.
Es una bebida que nace a raíz de la fermentación de esta planta, sin embargo, ¿has escuchado decir: “un mezcal pa’l desempance?”
No obstante, nos gustaría rescatar, de aquellos tiempos, las famosas gorditas de arriero que se preparaban hace muchos años por las mujeres de las familias productoras. Los hombres eran encargados de los trabajos pesados, sin embargo, no se dejaba atrás a la mujer, ya que ella también ha fungido un papel importante en esta industria.
Las mujeres eran encargadas de distintas tareas, como: cocimiento del maguey, colar el mezcal, colocarlo en los garrafones de vidrio y observar el proceso de destilación al prender los casos con fuego para poder lograrlo.
Además de esto, como buenas amas de casa y preocupadas por su familia, cocinaban estas exquisitas gorditas, que consistían en una gordita de maíz de mixtamal, rellenas de queso, cocidas en metate y a la leña, ¿no se te hizo agua la boca?
Estas gorditas se la llevaban en un morralito y no se echaban a perder, es por eso que eran el alimento ideal para los arrieros, ya que les podía durar todo el día durante su trayecto, ya sea para ir a cortar el maguey o porque llevaban el mezcal a comunidades cercanas en su burro.
Del maguey hasta tu mesa…
Definitivamente, más que una bebida, el mezcal ha sido eso que nos reúne en familia. Es típico encontrar una botellita en la mesa de la famosa casa de la abuela, destaparlo junto con los tíos y primos y comenzar a escuchar las mejores anécdotas y experiencias que les tocó vivir, creando un momento inigualable que será recordado por mucho tiempo.