Con una inversión de 309 millones 760 mil pesos, el Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, a través del Instituto de la Infraestructura Física Educativa del Estado de Michoacán (IIFEEM), ha construido alrededor de 140 techumbres en escuelas de todos los niveles académicos de la entidad.
Durante el recorrido por diversos municipios de Michoacán, la directora general del IIFEEM, María Guadalupe Díaz Chagolla, señaló que “las escuelas son el centro de la comunidad, sobre todo de comunidades rurales, por lo que el beneficio de la techumbre no solo se queda en los estudiantes y docentes de la escuelas, sino que se beneficia a toda la comunidad, ya que los habitantes llevan a cabo sus asambleas, eventos sociales y deportivos así como las fiestas patronales en las canchas den usos múltiples o patios de las escuelas”.
Actualmente las condiciones climatológicas en el mundo han sido un factor detonante para la creación de la necesidad de una techumbre en las escuelas públicas de nuestro país, y uno de los factores primordiales es garantizar la seguridad estructural de las mismas.
Si bien un elemento a considerar es la protección de los rayos solares y la lluvia durante las prácticas escolares al aire libre, la construcción de las techumbres les da un valor agregado a las escuelas, ya que son realizadas en las canchas deportivas o en los patios cívicos.
Las techumbres que construye el IIFEEM son el resultado de años de estudio, de investigación y de experiencia en la aplicación de procesos constructivos por parte del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED), que avalado y asesorado por los Institutos de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y del Instituto Politécnico Nacional, la Dirección de Protección Civil de la Secretaria de Gobernación, el Centro Nacional de Prevención de Desastres, entre otros, han hecho diferentes prototipos y propuestas para techar espacios dentro de los espacios escolares.
En este sentido, el proyecto de techumbre desarrollado y avalado por el INIFED, el cual cumple con los más altos estándares de diseño estructural y calidad, es el que esta construido en muchas escuelas y se conoce como Techumbre de Arcotecho.
Esta techumbre está diseñada para cubrir la superficie de una cancha de usos múltiples con medidas oficiales, consta de 12 columnas de acero y una cubierta semicircular de lámina y tiene una dimensión de 20 x 30 metros, pero en ocasiones se realizan proyectos especiales de acuerdo a la superficie a techar, siempre y cuando no exceda esas dimensiones, ejemplo de ello son los patios cívicos.
Otro aspecto a considerar en la construcción es que deben de cumplir con los estándares de seguridad que señala la legislación en la materia, con la finalidad de que, al acontecer algún fenómeno meteorológico o un temblor, las escuelas puedan resistir estos acontecimientos, ya que estas usualmente se convierten en refugios o albergues.
Siendo un factor determinante, las techumbres construidas por el IIFEEM cuentan con un estudio tanto del terreno como de las condiciones climatológicas del municipio.
En este sentido, el Ingeniero civil Otilio Álvarez Mosqueda, con maestría en el área de estructuras, nos explica cuáles son los pasos para la construcción de una techumbre de Arcotecho:
• El primer paso para el diseño de la misma es conocer la clasificación estructural de los que se va a construir; existen dos clasificaciones generales, estas son el grupo A y el grupo B, para nuestro caso la mayoría de las estructuras pertenecen al grupo A, debido a que todo lo que se construye es parte de la infraestructura física educativa, dado que su funcionamiento es esencial durante una emergencia urbana o algún desastre natural como son los sismos y huracanes.
• Es de resaltar que el hecho de pertenecer al grupo A conduce a emplear factores de seguridad mayores a los de una edificación normal, ya que deben resistir incluso si sus estructuras pertenecen al grupo B.
• Después de determinar la clasificación, se identifican las cargas que interactúan con nuestros edificios, y se categorizan en las permanentes, las variables y las accidentales, para nuestro caso las permanentes corresponden a los materiales con qué están construidas la techumbre, las variables se definen por normatividad, y por último, las accidentales se dividen, principalmente, en dos, las cargas sísmicas y las cargas por viento.
• En este sentido, la intensidad sísmica varía en el territorio mexicano, por ello se cuenta con una regionalización en la cual se consideran cuatro zonas A, B, C y D. Michoacán se encuentra dentro de las tres zonas sísmicas de mayor intensidad donde, tanto el viento como el sismo, aumentan en intensidad al acercarnos a la costa, por lo cual se analiza de manera particular cada caso de acuerdo a la región en que se encuentren o en que se encuentre programada una obra de este tipo, conociendo las cargas se pueden emplear diversos métodos para el diseño contra el colapso, elementos que conforman una estructura, dando como resultado una estructura segura, capaz de resistir las cargas de diseño.
• Así mismo, durante el proceso también deben revisarse la estructura o condiciones de servicio. Para esto se revisan las deflexiones verticales, los de los desplazamientos laterales, asentamientos, entre otros. Estos aspectos deben estar dentro de cierto límite para garantizar una construcción de calidad, aunado a lo anterior la normatividad indica que se deben cumplir con ciertos requisitos de durabilidad y detallado donde se cuidan aspectos como la calidad de materiales, recubrimiento mínimo del acero de refuerzo y la separación mínima y máxima entre la cimentación. Lo anterior se indica a los supervisores y a las empresas ejecutoras mediante los planos, las memorias, detalles constructivos y especificaciones del proyecto estructural resultante, garantizando que se emplean materiales y procesos constructivos adecuados para lograr una vida útil mínima de 50 años de la estructura
• En síntesis, es de suma importancia respetar la normatividad estructural vigente especialmente considerando que la intensidad sísmica y de viento en nuestro estado, Michoacán, están dentro de las más altas a nivel nacional.
• Es evidente que al respetar la normatividad existe un aumento en el costo de las estructuras, sin embargo, esto garantiza una seguridad para los usuarios de ellas, así como una vida útil prolongada de la construcción, entonces razón por la cual las techumbres del IIFEEM tienen mayor costo que las realizadas por externos, y como ya se mencionó, esto es debido a que todas las obras del IIFEEM se realizan respetando la normatividad estructural vigente y aplicable a la infraestructura física educativa para así poder garantizar un comportamiento estructural adecuado y seguro durante la vida útil de la estructura.
En este tenor, durante las visitas a los diversos municipios del estado, se han encontrado que existen techumbres construidas por los padres de familia y/o Ayuntamientos, las cuales no contemplan estos proceso constructivos, por lo cual son edificadas sin el asesoramiento especializado en la materia, por lo que sus techumbres son consideradas “atípicas”, y generalmente son las que sufren daños, e incluso colapsan, cuando se presenta alguna contingencia climatológica como fuertes lluvias, granizo o fuertes vientos.
En Michoacán existen varios ejemplos como el de la escuela primaria “Félix Ramírez Campos” del municipio de Paracho, en la cual colapsó una techumbre tras una fuerte granizada.
Otro más es el de la techumbre en la escuela Normal Indígena de Michoacán, en Cherán, la cual tras una fuerte lluvia y granizada, también colapsó su estructura y cubierta.
En ambos casos no había alumnos ni personal docente en las instituciones educativas, por lo cual no hubo heridos ni muertes que lamentar.
Estos son sólo unos ejemplos de lo que pasa cuando no se respeta la normatividad y se busca economizar en la construcción de las mismas.
María Guadalupe Díaz Chagolla hizo un llamado a las madres, padres de familia y personal directivo para que en caso de que realicen una obra de infraestructura en los centros escolares se acerquen al IIFEEM para recibir asesoría técnica y las acciones que realicen garanticen la seguridad de las niñas, niños y jóvenes, así como de los docentes que acuden a las escuelas.