Luis Murillo Ordaz (16 de marzo de 1989, Purépero, Michoacán) es un artesano en la rama de cerería, un arte que se ha cultivado en Michoacán durante siglos y que hoy se enfrenta a un serio riesgo por desaparecer.
Él aprendió este arte desde que tenía 16 años gracias a su maestro, José Francisco Alemán Cerda, quien impartía clases en la Casa de la Cultura de Purépero; antes, le había interesado la pintura al óleo y poco después se interesó por el arte plumario.
Actualmente, Luis Murillo practica una técnica de moldeado y modelado de cera de abeja; lleva a cabo su proceso de limpieza y blanqueamiento con la técnica antigua del hojeado para purificarla, y posteriormente hace el teñido con tierras naturales para así realizar el vaciado en los moldes de barro o de yeso, así como ahora se hace con moldes de silicón.
Después, el artesano le da forma y definición a las piezas con pulidores para resaltar las características o facciones de las figurillas que hace, las cuales una temática popular o religiosa, algunas veces.
Este último es el caso de los nacimientos, en los que no sólo define ropajes con sedas, sino que también utiliza plumas de ave recolectadas en zoológicos, aviarios y pequeños criaderos de casa, las cuales trabaja durante todo el año.
Además de ceras, sedas y plumas, Luis utiliza patol, tierras naturales, madera para bases y cristal para protección de las piezas. Siempre trabaja con música y cuando elabora una imagen o un cuadro, escoge sonidos relacionados con el tema que está creando.
A la par de su labor artesanal, Luis Murillo imparte clase de cera en la Casa de la Cultura de Tlazazalca, Michoacán, ya que le es muy satisfactorio enseñar lo que ha aprendido y compartir con los alumnos técnicas nuevas; algunos de ellos han obtenido premios estatales y nacionales.
Luis es un artesano de corazón y ama lo que hace, prueba de ello son los 16 premios nacionales que ha ganado en diferentes concursos; además de cuatro galardones nacionales, entre ellos el Galardón Nacional Nacimientos Mexicanos 2015.