Las ciudades michoacanas no sólo resguardan a la mayoría de la población, sino que, en sintonía con la tendencia nacional, se han expandido sin orden y muy rápidamente desde la década de 1990, cuando se empezó a producir vivienda ‘en serie’
Para el año 2015, alrededor del 69% de la población michoacana se aglutinaba en las ciudades, mientras el resto, poco más de un millón 437 mil ciudadanos, permanecía en los extensos territorios rurales (Intercensal INEGI, 2015). Esto plantea un problema en términos de movilidad y sustentabilidad, según los especialistas.
“En algún momento de nuestro país, se generaron incentivos para cumplir con la demanda y esto provocó que los desarrollos se hicieran cada vez más lejos de la ciudad, porque no había límites en ningún sentido”, expone Sergio Adem Argueta, Secretario de Desarrollo Territorial, Urbano y Movilidad (Sedetum).
La cuestión, añade, es que esta dispersión urbana ha provocado problemas graves: desigualdad en el acceso al desarrollo, contaminación, altos costos por la construcción de vialidades y por el traslado de servicios de luz, agua, drenaje, trasporte y otros.
“Y todo ello cuesta mucho, y les cuesta a los ciudadanos, no sólo a quienes viven allá, sino a todos los habitantes del territorio”, señala el secretario. A esto, hay que añadir que las ciudades dispersas tampoco ofrecen las mejores condiciones de vida para sus habitantes.
Tenemos “ciudades inequitativas”, desiguales en el acceso de los servicios y que, por ende, contribuyen al desequilibrio social.
Las ciudades sustentables
Para ser sustentables, las ciudades requieren desarrollarse en un ámbito compacto y de proximidad; ello no significa ‘apretar’ la urbanidad, pero sí podemos incentivar para que no siga expandiéndose, para tener una ciudad con un desarrollo contenido”, explica el titular de la Sedetum.
Por años, las ciudades han tenido grandes terrenos baldíos en su interior, los cuales son motivo de especulación, “a costa del dinero público, porque todos pagamos para que esos terrenos tengan calles, luz y otros servicios. Así, el dueño del terreno no invirtió nada, pero su capital aumentó, y eso es algo que buscamos contrarrestar”, expone.
Por tanto, la administración de Silvano Aureoles Conejo, en coordinación con instancias federales y organismos internacionales, busca “hacer ciudades compactas, densas, accesibles, resilientes (es decir, que estén preparadas para afrontar embates de cualquier índole, como terremotos, o incluso guerras) y equitativas”.
Equidad y movilidad
El objetivo de la administración michoacana es que los contrastes sociales sean menores a los actuales y que prevalezca la equidad en el acceso al desarrollo. Trabajamos, dice el secretario, “para redistribuir la riqueza pública.
Acciones Sedetum
- Sedetum gestionó más de 60 millones 900 mil pesos a través del Fondo Metropolitano 2016, para emprender proyectos y acciones de movilidad, como la primera etapa de la ciclovía Morelia-Pátzcuaro, en su tramo Morelia-Uruapilla.
- Mediante el programa Hábitat de la ONU, seis ciudades fueron incluidas en el Índice de Prosperidad Urbana: Morelia, Tarímbaro, Uruapan, La Piedad, Lázaro Cárdenas y Zamora.
- Realizó diez Planes Base de Desarrollo Urbano Estratégico y su Matriz de Gestión para las ciudades de Carácuaro, Huetamo, Zitácuaro, Pátzcuaro, Uruapan, La Piedad, Lázaro Cárdenas, Sahuayo, Jiquilpan y Zacapu.
- Otorgó escrituras gratuitas a 400 familias de Cuitzeo, Hidalgo, Jiquilpan, Puruándiro y Zamora, las cuales representan un ahorro familiar de alrededor de 4 millones de pesos.
- Formalizó un convenio de colaboración con WRI-México (World Resources Institute), la cual es promotora de ciudades sustentables con presencia mundial
- En coordinación con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), con el Banco Mundial, y ONU–Hábitat, entre otras instancias, realizó el Foro “Michoacán por el Derecho a la Ciudad”.
Programas para la movilidad
Actualmente, la Sedetum ejerce cuatro programas para mejorar la movilidad urbana en las ciudades de Michoacán: Ciudades en Movimiento, y Suelo y Vivienda para todos, ambas en marcha.
Además, se ha implementado el programa Corazones de Barrio, cuyo fin es ordenar el equipamiento y la infraestructura urbana para hacerla accesible a la colectividad, y que ha tenido especial impacto en las Comunidades Modelo (Cenobio Moreno, Úspero, Pinzándaro, La Ruana) en la Tierra Caliente.
El último programa, Sistema de Ciudades, incluye a Morelia, Lázaro Cárdenas, Uruapan, Zamora, La Piedad, Zitácuaro y Huetamo; identifica la influencia regional de las mismas y planea para articular el territorio michoacano, en términos también productivos:
“Es –indica Sergio Adem– articular nuestras vocaciones y nuestras condiciones de desarrollo económico de una forma sustentable”, con miras a que pueda descentralizarse el desarrollo, el acceso a los servicios, a la educación y otros bienes, de forma que, al final, ello impacte para una nueva distribución de la riqueza estatal.
“La movilidad es un derecho y no debe ser una obligación; es como estamos proyectando nuestro futuro en nuestras ciudades”
-Sergio Adem