Por su amplia oferta de experiencias, relacionadas principalmente con arte, cultura, naturaleza y tradiciones, la Meseta Purépecha es una opción para tener en cuenta.
La Meseta cuenta con enclaves emblemáticos como el Volcán Paricutín, en donde se ofrecen paseos a pie o a caballo hasta las ruinas del Templo de San Juan Viejo, así como el Parque Nacional “Eduardo Ruiz” de Uruapan, donde nace el Río Cupatitzio.
Ee llega a la Meseta Purépecha puede combinar la oferta de atractivos con un recorrido por los monumentos arquitectónicos que poseen “Cielos Historiados”, es decir techos decorados con pinturas al temple o al óleo, que son herencia de las prácticas europeas para honrar a Dios, educar en la fe y adornar a través del arte.
Entre los templos y capillas que son joyas artísticas de la Meseta Purépecha por sus cielos historiados, destacan: el Templo de San Bartolomé en el pueblo de Cocucho el Templo de San Miguel Arcángel en Pomacuarán, la capilla de la Inmaculada Concepción de San Lorenzo, el Templo de San Pedro y la Capilla de la Inmaculada Concepción en Zacán, así como la iglesia de Santiago en Angahuan, donde la obra pictórica del techo no está en la nave principal, sino a un costado del altar.
Otro aspecto de la identidad purépecha presente en esta región, es su vocación artesanal, con la presencia de guitarras y juguetes tradicionales de madera en Paracho, bordados y sombreros en Zacán; bordados en Nurío; rebozos en Ahuiran; deshilados en San Felipe de los Herreros; muebles tallados en madera, en Pichátaro; maque en Uruapan, etc.
Por cuanto se refiere a la gastronomía, son imperdibles los atoles de grano, de cáscara, champurrado, aguácatas, tamales de trigo, uchepos, corundas, churipo y carnitas, entre otros platillos regionales.
La oferta de hospedaje es amplia la ciudad de Uruapan, mientras que en el resto de la Meseta destacan campamentos y cabañas, como en los casos de San Juan Nuevo y su bosque de Pantzingo, o los pueblos de Angahuan y Zacán.