Las niñas, niños y adolescentes de Michoacán estudian, heredan hábitos y costumbres, se adaptan a su entorno, les gusta estar en casa y también sueñan con el futuro; pero una porción de ellos presenta rezagos de distinto orden e incluso está sujeta a abusos graves.
Éste es un acercamiento a la niñez michoacana con base en información estadística de INEGI (Censo 2010, Encuesta Intercensal 2015, Panorama Sociodemográ co 2015), el Instituto Nacional Electoral (Consulta Infantil y Juvenil 2015), así como de otras instancias que atienden al panorama estatal.
El primer dato es que si bien hay más niños: 233 mil 434 más en 2015 que cinco años atrás, su proporción en la población total disminuyó de 29.9% a 28.9%, quizá por un descenso en la tasa de natalidad.
Leer y escribir sabe el 86.8 de los niños y niñas de hasta 14 años, 1.2% más que en 2010, pero algo pasa: entre tercero y cuarto grado de primaria, 5 mil 619 niños dejaron de asistir a la escuela.
Del 98.6% que empieza la primaria, sólo 91.6% la termina. Sólo 63.9% de los menores entre 15 y 17 años está en las aulas.
EL DIF, CONTRA EL TRABAJO INFANTIL
Lo que ven y experimentan los niños y niñas no siempre es positivo: un 36.6% de los menores de 10 a 13 años ha sido testigo de actos violentos, más de un 20% ha sufrido violencia verbal en casa.
Un 15.5% de los niños de 6 a 9 años vio cómo le ofrecían drogas a sus amigos, lo mismo ocurrió al 33.3% de adolescentes.
El abuso contra niños, niñas y adolescentes aumenta conforme crecen; e forma que si un promedio de 3.5% de quienes tenían entre 10 y 13 años padeció violencia sexual, para los que cumplieron de14a17añoslafuede11.5%.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Michoacán es 8o lugar nacional en incidencia del trabajo en infantes de cinco a 17 años, dado que hay 125 mil 391 de ellos laborando.
Por ello, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en la entidad dirige acciones en las vertientes social y alimentaria, informó su Directora General, Rocío Beamonte Romero.
Hasta ahora, el DIF estatal ha detectado que los menores trabajan regularmente como limpiaparabrisas, vendedores ambulantes, tragafuegos, boleros, albañiles e incluso panteoneros.
Así también, en la pesca, la artesanía y el agro, donde guran además los jornaleros agrícolas migrantes infantes michoacanos o provenientes de Guanajuato, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Zacatecas.
Trabajamos para atender la situación de trabajo y riesgo que afecta a niñas y niños trabajadores y particularmente a quienes laboran en el campo, de los cuales atendimos a 5 mil 108 en total de 69 municipios, comentó Rocío Beamonte.
Explicó que, luego de tres años inactivas, se han reabierto guarderías para bebes, niñas y niños en situación Jornalera Agrícola Migrante en Yurécuaro y Tanhuato, donde –el 12 de noviembre pasado– se realizó la Jornada de Participación Infantil y Promoción de los Derechos de la Infancia con 250 menores.
En el mismo tenor, el DIF inauguró este año un Centro de Desarrollo y Participación (PAMAR) en Chilchota, además de mantener los existentes en Yurécuaro y Coeneo, por lo que funcionan ya 11 Centros en la entidad.
A lo anterior, se suman las capacitaciones del personal de los Sistemas DIF municipales en temas y estrategias del Departamento de Jóvenes y Niños en Riesgo, en zonas de mayor incidencia del trabajo jornalero agrícola migrante.
OTRAS ACCIONES
El DIF Michoacán organizó en noviembre el Primer y Segundo Encuentro “Por una niñez DIFerente”, dedicado a menores en situación laboral, donde recibieron becas, asistieron a talleres y expresaron sus experiencias.
También se realizó un Foro Estatal el 12 de junio, Día Mundial sobre Trabajo Infantil, con la participación de 60 municipios y 20 instituciones gubernamentales.
En conjunto con la Secretaría de Desarrollo Rural, se entregaron proyectos productivos de huertos de traspatio y cría de pollos para familias de niñas y niños trabajadores.
CAMBIO DE HÁBITOS ALIMENTARIOS
Con n de responder a un fenómeno global: la mayor incidencia de obesidad y sobrepeso en las niñas, niños y adolescentes, la Secretaría de Educación en el Estado (SEE), vía el Programa de Escuelas de Tiempo Completo, comenzará a operar el Programa de Buenas Costumbres para un futuro saludable.
Lo anterior, mediante un convenio con El Colegio Nacional. Dicho programa se ha aplicado ya en otros estados del país y está relacionado con proyectos de investigación de las universidades de Durango, Autónoma de México, y de California, dedicados a prevenir y combatir la obesidad.
Debido a limitantes económicas, sólo una tercera parte de los niños tiene una alimentación adecuada.
Según encuestas o ciales, el 9.1% de los menores de 5 años tenía sobrepeso y obesidad (ENSANUT) en 2012, especialmente habitantes de zonas urbanas. Dichos padecimientos afectaron a poco másdel15%delosniñosde5a11años.
Con éste no se trata de prohibir alimentos o prescribir dietas, sino de cambiar los hábitos alimenticios de los niños y adolescentes, los cuales permanecerán a lo largo de su vida adulta.
Éstos son: Comer despacio; No comer en exceso; Evitar al máximo el consumo de todo tipo de bebidas azucaradas; Comer siempre y nada más en la mesa; y, Establecer horarios de comida adecuados, evitando ayunos prolongados.
En Michoacán, el programa Buenas Costumbres está en fase piloto, y se complementa con otras acciones para promover estilos de vida saludables entre
los alumnos, alumnas, docentes, directivos y padres y madres de familia.
Por ejemplo, el Programa de Escuelas de Tiempo Completo ha establecido desde el actual ciclo escolar, una vinculación permanente con la Secretaría de Salud, la Dirección de Atención Primaria a la Salud, la Comisión Estatal contra Riesgos Sanitarios, el IMSS Prospera y el DIF estatal.
Así también, existen programas sociales o de salud que incluyen componentes de alimentación o nutrición activos en unos 474 mil 607 hogares (un 42.6%) en la entidad.
El 25% de las madres en Michoacán tiene 18 años o menos. 291 niñas tuvieron uno y hasta cuatro hijos en 2010 181 niñas eran jefas de familia en 2010