Con una trayectoria de 30 años como profesor de agricultura, saberes especializados en las técnicas de cultivo, y una carrera de más de una década en el servicio público, el secretario Tentory García se ha preparado para el cargo que ahora ocupa.
De antemano, sabe que “indiscutiblemente, hace falta más educación en el sector rural; quienes tuvimos esta oportunidad debemos volver al campo y aportar. Gracias a la educación pública soy ingeniero agrónomo y creo que estoy obligado a servir al sector, a mi región, que es uno de mis principales propósitos”. concluye.
Como secretario de Desarrollo Rural y Agroalimentario, Israel Tentory García (Carácuaro, 1957) apuesta por el campo, no sólo como motor de desarrollo económico, sino también como espacio de desarrollo social.
“Hay políticas públicas que han funcionado en el campo, y otras no, tal vez porque el campesino no está bien informado y eso le dificulta desarrollar proyectos, más todavía si no tiene el apoyo suficiente. Pero creo que, si aplicamos los recursos en procesos planeados, soportados técnicamente, esto redituará en beneficio del productor y la sociedad”, plantea.
La meta del gobierno estatal es continuar con el impulso al campo michoacano, y a la vez atender al sector desde varios frentes. De ahí que la Sedrua desarrolle actualmente un proceso de reingeniería de su infraestructura agrícola, a fin de optimizar sus funciones.
Además, en este momento -dice- la Dirección de Capacitación de la Sedrua se dedica a orientar y ayudar a los productores para que desarrollen mejor sus actividades, sus proyectos y obtengan mayores beneficios por su labor.
Así mismo, lleva a cabo un análisis sobre el funcionamiento y alcance de los programas a su cargo, con el mismo objetivo de mejorar su funcionamiento en las regiones de Michoacán.
“Nos interesa el apoyo para las comunidades rurales”, con objeto de que incrementen su desarrollo humano y superen el rezago que ha tenido por muchos años, explica el funcionario en entrevista.
Gente de campo
El secretario Tentory García creció en un ambiente rural y algo solitario, pues en la pequeña comunidad que habitaba tenía como únicos vecinos a sus familiares, numerosos, eso sí, porque él es uno de 15 hermanos. A unos kilómetros de distancia, Silvano, otro niño, crecería hasta integrarse a la administración pública de Michoacán y dirigir su rumbo, como ocurre ahora mismo.
“Toda mi vida me levanté a las cuatro de la mañana con mis hermanos. Hasta que me vine a estudiar a Morelia me levanté tarde: a las cinco”, bromea el secretario, al recordar los días de limpia, siembra y cosecha de maíz, sorgo, chiles, cacahuate, calabaza y ajonjolí, sin olvidar el cuidado de los animales de granja.
“Eran como muchas familias en aquel entonces, pero las cosas han cambiado, son otras costumbres; sigue habiendo gente muy trabajadora, muy comprometida, pero ya no están todos los jóvenes”.
Las estimaciones recientes indican que el campo se está despoblando, expone el también ingeniero, y “prueba de ello es que muchas comunidades se han hecho más pequeñas o ya no están. De donde soy originario no hay una casa ya”.
En ese sentido, el objetivo es mayor “y varios de nuestros programas tienen en cuenta eso; ejercemos programas en apoyo a la agricultura, de repoblamiento ganadero, de mejora de cultivos, de agroindustria; estamos buscando que haya empleo para la gente de campo”, sostiene.