Desde los 9 años, Ángel Aarón Sánchez López se ha formado en el rigor del estudio de la música. Hoy, a sus 14 años de edad tiene claro que su futuro es indisociable de la ejecución de la trompeta y se prepara para ganar un concurso de interpretación que le garantice una beca en el extranjero.
Estudiante del Conservatorio de las Rosas, el joven trompetista comparte que no fue fácil el camino para llegar a las aulas de una de las instituciones de formación musical más importantes de México. Recuerda que en su natal Jiquilpan, su madre formó una banda de música sólo para dar cauce a su natural afección por la música, hasta que un día, después de una “tocada” se trasladaron a Morelia como a las 5 de la mañana para intentar que iniciara sus estudios formales.
“A los nueve años dejé mi casa y me vine a Morelia. Me vine sólo, nada más con mi hermano”, relata Ángel Aarón para dar cuenta de cómo inició una vida en la que tuvo que cambiar las distracciones propias de los niños de su edad por la música; no obstante, ha comenzado a cosechar frutos como la invitación que le hiciera la Orquesta Sinfónica Juvenil Silvestre Revueltas para incorporarse a sus atriles durante una gira por Colombia.
Se dice que las escalas son como el pan de cada músico, entonces hago muchas escalas y los ejercicios que me den mis maestros, ya con eso tienes las bases para cuando te dejen una pieza; tienes los dedos, la resistencia, la técnica
Con esa sencillez se refiere a las horas de estudio, aunque no olvida que en sus inicios tocaba la trompeta sin boquilla. Hoy, usa una boquilla de oro que obtuvo en Mérida en diciembre pasado, al participar por primera vez en un concurso internacional de interpretación y obtener el segundo lugar.
Confiado en sus capacidades, deposita sus esperanzas en ganar un concurso en Cancún que premia al primer lugar con una beca en España, aunque tiene que esperar dos años para alcanzar la edad requerida; sin embargo, no quita el dedo del renglón y refiere: “tal vez vaya este año para llevarme el primer lugar en la categoría de 7 a 15 años”.
Teniendo como modelo al trompetista portugués Rubén Simeo, que a sus escasos 23 años “toca lo que el mejor trompetista puede tocar”, Ángel Aarón Sánchez trabaja por alcanzar su deseo de realizar estudios de maestría en el extranjero, preferentemente en Montreal.