Según un estimado, en México existen 23 millones de perros en situación de calle, de los cuales más de la mitad fueron abandonados por sus dueños. De las anteriores cifras se debe considerar el incremento anual que va más allá del 20%. –Por esta ocasión no se mencionara lo que cada uno de ellos padece para sobrevivir-.
Infinidad de personas creen que solucionar la sobrepoblación canina y felina que habita las calles del país, consiste en envenenar o llamar a “la perrera” para que sean retirados de la vía pública. Ninguna de las alternativas anteriores funciona para erradicar tal problemática, es solo una salida en falso; sin comentar la razón del porqué las dos constituyen maltrato animal.
La única solución a esta situación es: esterilizar, no comprar y adoptar. Hablemos de la última.
Una adopción es una decisión cargada de grandes responsabilidades, se adopta un ser vivo que es capaz de sentir dolor, estrés, hambre, frio, etc. Todos los perros y gatos requieren de cuidados durante toda su vida (12-16 años o más). Es menester de quien adopta ofrecer una tenencia responsable, un trato digno y respetuoso: alimento diario, agua limpia y fresca todos los días, atención médica, paseos, educación en positivo, convivencia diaria y sana con el adoptado, ofrecer un espacio libre de las inclemencias del tiempo, entre otros.
Antes de adoptar cualquier mascota se debe tomar en cuenta el bolsillo, tiempo y espacio en casa para que, en consecuencia, exista un compromiso de tratarla como ALGUIEN que merece cuidados y amor como un integrante más de la familia.
Adoptar le ofrecerá experiencias inigualables. Los perros y gatos que son rescatados de distintas circunstancias de maltrato y son puestos en adopción brindan compañía, lealtad y amor incondicional. Otro beneficio es que las AC protectoras de animales y/o rescatistas independientes responsables, entregan a la mascota psicológica y medicamente sanos, desparasitados, vacunados y esterilizados.
Al adoptar un perro es preciso elegir uno que vaya bien al estilo de vida del futuro responsable. Es importante escoger a uno que lejos de “llenar el ojo” tenga el temperamento del que se puede hacer cargo. Algunas razas de perros son más activas que otras, algunos perros requieren más atención que otros; algunos han alcanzado su madurez y son animales sedentarios, otros requieren de paseos prolongados, otros juegan la mayor parte del día; los cachorros exigen el doble de tiempo y esfuerzo que un adulto.
Finalmente, adoptar un perro o gato contribuye considerablemente a la reducción de la sobrepoblación latente, salva vidas y de forma paralela ayuda a que las posibilidades se incrementen para que se pueda rescatar a otro que lo necesita. Mascotas que se han extraviado, que han sido abandonadas, heridas e ignoradas están siempre a la espera de ser adoptadas. Si existe el compromiso para darle un trato responsable y amoroso a algún can o felino puedes consultar en la web asociaciones protectoras de animales o rescatistas independientes, contactarlos y allí te explicaran los requisitos y pasos a seguir para poder adoptar.