El lago de Zirahuén, ubicado en el municipio de Salvador Escalante, también tiene su leyenda. Esta historia entre la magia y el mito, permite adentrarse un poco más en sus aguas verdes.
La emperatriz purépecha Eréndira luchó contra los conquistadores españoles, fue una mujer que supo lidiar contra la invasión española hasta convertirse en una leyenda.
Eréndira estaba desconsolada por haber perdido su libertad, lloró implorando a los dioses del día y de la noche, quienes le enviaron un torrente de lágrimas que se transformó en un lago donde se arrojó, convirtiéndose en sirena.
El lago es el de Zirahuén, cuyo nombre significa “Espejo de los Dioses”, y un paisaje natural privilegiado, la princesa tenía entre 16 y 17 años cuando los hispanos llegaron a México. El Cazonci Tangaxuán II, renunció a su reino por la caída del imperio azteca.
La historia de la princesa Eréndira como heroína se basa en la tradición y puede o no reflejar hechos reales, ya que no hay registros de su existencia. Pero la tradición popular, asevera que, lideró una guerra contra los hispanos. Desde una colina, los atacó y mató a un jinete y le robó su caballo.
Durante una batalla, guerreros ibéricos encontraron y asesinaron al padre de Eréndira mientras dormía. Ella se enteró y fue a verlo. Fue cuando los purépechas empezaron a perder la guerra.
Algunos aseveran que se suicidó, por enamorarse de un monje español, El presidente Lázaro Cárdenas elevó el reconocimiento de su nombre. Se convirtió en un símbolo de la resistencia indígena a la conquista española, como contraste con la Malinche, que se unió a Hernàn Cortés.