Ricardo Luna, por un Michoacán sustentable

Ingeniero agrónomo con amplio conocimiento en temas apícolas, profundamente convencido sobre la necesidad de hacer sustentables las formas de producción, especialmente las agrícolas, cuando se trata de un estado forestal como Michoacán.


El titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet) cuenta en su trayectoria profesional escenarios diversos: desde su paso por el Congreso local, donde impulsó normativas sobre desarrollo apícola y gestión de aguas, hasta una brevísima, pero significativa estadía en prisión por su activismo en favor de un área verde en el municipio de Uruapan, de donde es oriundo (por cierto, fue exonerado y salvó tres de las cinco hectáreas que defendía).

“Realmente me apasiona el tema ambiental –comenta el secretario–. Soy apasionado de la fotografía de las especies animales y de la flora… también soy apicultor, y quiero seguirlo siendo hasta el último día de mi existencia, porque la apicultura nos permite apreciar los recursos y nos despierta la pasión por la conservación”.

Hoy, Ricardo Luna García prosigue en las rutas del cuidado y la sustentabilidad medioambiental, como titular de un área primordial para la administración michoacana, encabezada por el también ingeniero agrónomo Silvano Aureoles Conejo, con base en cinco ejes rectores, cuyo cumplimiento transformaría las condiciones generales de nuestro territorio.

Productividad y sustentabilidad

Cuando el ingeniero Silvano Aureoles Conejo tomó las riendas del Poder Ejecutivo en el estado, “trazó en su política ambiental, ejes muy importantes –expone el secretario–:

Uno: Detener el déficit de pérdida de bosque; dos: Implementar estrategias para mejorar la calidad del aire; tres: El buen manejo de residuos sólidos y la disminución de los índices de generación de basura en el estado; cuatro: La conservación y preservación de las más de 500 Áreas Naturales de Michoacán; y, cinco: La movilidad; es decir, bajar los índices de emisiones contaminantes del medio ambiente”.

El Gobierno de Michoacán trabaja de manera decidida en la preservación de los recursos forestales, claves para el equilibrio ambiental: “estamos tratando de recuperar la zona de bosque perdida en los últimos 20 años (aproximada- mente 1.3 millones de hectáreas), a sa- biendas de que con ello estaremos recuperando el agua”, además de asegurar otros servicios ambientales.

“Para ello, el Gobierno del Estado se ha puesto a la vanguardia en una estrategia única: atender el problema del cambio ilegal del uso del suelo, que no es privativo de Michoacán”, pero desde aquí se ha tomado una decisión para detener la expansión de sistemas que contribuyen a este fenómeno.

A un año escaso de estas acciones (operativos en huertas ilegales) en la entidad se ha logrado disminuir el daño al bosque por incendios forestales, pues a menudo éstos son provocados para justificar la transformación de suelos forestales a suelos agrícolas.

“En 2016 tuvimos un siniestro por incendios forestales de 18 mil hectáreas; pero en lo que va de este 2017, a pesar de que tuvimos uno de los años más secos en la última década, disminuimos los siniestros a 14 mil hectáreas y si continuamos con esta estrategia, si los productores se suman a un programa de conservación del bosque, el próximo año tendremos mejores números”, prevé el ingeniero Luna.

Y para ello, reitera Ricardo Luna, debemos cuidar el bosque porque de él depende el agua y de ésta, la sostenibilidad de nuestros ecosistemas. “Perder el bosque, es perder esas riquezas” y aún más: es revertir el proceso.

“Cuando una hectárea de bosque es incendiada libera todo ese carbono que ha acumulado durante 10, 15 o 30 años, y lo transforma en toneladas de bióxido de carbono, un gas tóxico que eleva la temperatura a nivel local y mundial, y que baja la calidad de vida de los habitantes” del planeta, advierte.

Por otra parte, también se ha trabajado para regular el manejo de los residuos sólidos, dado que no sólo Michoacán, sino el país en su conjunto, presentan “un atraso muy grande en la implementación de tecnologías para resolver este problema.

“Desde la llegada del Gobernador Aureoles, se han construido ocho rellenos sanitarios en diferentes municipios, lo cual permite tener un mejor destino nal de los residuos” con centros de acopio y reciclaje de los mismos.

Por lo que toca a la conservación de las Áreas Naturales Protegidas, informa, “estamos recuperando algunas que habían sido invadidas ilegalmente y por la mancha urbana” en varios municipios; también se prevén acciones de atención y mantenimiento, pues “son una fuente potencial de bienestar y de esparcimiento, pero principalmente son patrimonio de las y de los michoacanos”, indica.

SUMA, Semarnat, Semaccdet

Al comienzo de la actual administración michoacana, la actual Semaccdet era la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente (SUMA), que luego se convirtió en la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático (Semarnacc), a fin de poner énfasis en el cuidado medioambiental con base en políticas públicas de vanguardia.

Hoy, se ha fusionado con la hoy extinta Secretaría de Desarrollo Territorial, Urbano y Movilidad (Sedetum), a fin de encauzar las políticas públicas relacionadas con el territorio en forma transversal y ordenada.

En realidad, expone Luna García “la planeación urbana va muy de la mano con el tema ambiental”. Desde esta premisa, el Gobierno del Estado “no está en contra del desarrollo económico, por el contrario”, lo promueve, pero en concordancia con los recursos naturales.

En Michoacán buscamos “el desarrollo económico sustentable y para ello se fusionó nuevamente lo que era Semarnacc con la Sedetum. Esta Secretaría tiene, además, la responsabilidad del tema ambiental, las atribuciones del tema de movilidad, de vivienda y desarrollo territorial” y en ese sentido se trabaja.

Ahora mismo, la Semaccdet ha comenzado con los programas de ordenamiento territorial de la Sierra Costa y del Puerto Lázaro Cárdenas, frente a la implementación de la Zona Económica Especial y con miras a “ordenar el territorio en toda esta zona para asegurar las unidades de gestión ambiental de áreas naturales”, y evitar un impacto ambiental nocivo.

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