Fortalecer el tejido social, objetivo del trabajo de Gobierno con asociaciones religiosas

Líderes religiosos, factor clave para promover los valores de la tolerancia, el diálogo y la paz

 

Morelia, Michoacán, 11 de febrero del 2016.- Muchas veces se confunde, o se cree, que el Estado laico debe ser antirreligioso o anticlerical, lo que atentaría incluso contra el derecho “a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión” consagrado en la Constitución, puntualiza Teresita del Niño Jesús Vega Campa, directora de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobierno de Michoacán.

 

Son diversas las definiciones que a lo largo de la historia se han elaborado para desmenuzar y entender la complejidad del estado laico. Ese cúmulo de conceptos coinciden en un rasgo esencial: la laicidad tiene que ver con el reconocimiento del derecho a la libertad de culto, que en la vida social conlleva que el régimen gubernamental no declare como oficial a ninguna religión.

 

Expuesto lo anterior, un Estado laico es aquel que garantiza la convivencia pacífica y respetuosa de diferentes grupos religiosos, sin derechos exclusivos para ninguno de ellos; sin embargo, para que ese principio de laicidad pueda cumplirse, es necesario separar las facultades del Poder público propias del ejercicio de Gobierno de los oficios confesionales que corresponden a la Iglesia.

 

El INEGI registra la existencia de 134 asociaciones religiosas en Michoacán y tres grandes bloques religiosos que se ramifican en diversas expresiones; en la entidad hay 3 millones 983 mil 369 católicos, 135 mil 649 evangélicos (pentecostales, evangélicos y cristianos) y 56 mil 294 seguidores de la iglesia bíblica diferente a la evangélica (testigos de Jehová, mormones y adventistas)

 

Vega Campa subraya que los propios líderes de las diversas iglesias en la entidad preservan el respeto a la diversidad de creencias, y “nuestro gobierno tiene una visión muy abierta, de mucha colaboración con las asociaciones”. Así, el Ejecutivo estatal no sólo mantiene vigente el principio esencial del laicismo, sino que lo refuerza de manera permanente mediante el trabajo que realiza con el Consejo Interreligioso de Michoacán.

 

En el Consejo Interreligioso de Michoacán están representadas las principales asociaciones religiosas registradas en la entidad, abundó la funcionaria estatal y recalcó que el Gobernador Silvano Aureoles Conejo ha instruido a que todos los grupos sean atendidos sin distingos, 2porque nosotros estamos para servir a toda la sociedad michoacana”.

 

Históricamente, las relaciones Estado-Iglesia suelen ser vistas con recelo por distintos sectores de la sociedad; no obstante, Vega Campa puntualiza que así como la Secretaría de Gobierno ha mostrado disposición al diálogo con diversos grupos sociales, asimismo debe tener apertura al trabajo con las asociaciones religiosas y sus líderes, ya que éstos representan a millones o miles de michoacanos, por lo que constituyen también un factor importante de la gobernabilidad.

 

Añadió que el propósito del Gobierno del Estado es encontrar los puntos de coincidencia entre las asociaciones religiosas, y trabajar en conjunto con sus líderes en la restauración y fortalecimiento del tejido social mediante la promoción de valores como la tolerancia, el diálogo y la paz.

 

Esos valores comunes que son apreciados por la sociedad en general sustentan la importancia y trascendencia de la visita del Papa Francisco a Michoacán, “porque es un hombre que tiene un fuerte mensaje social en favor de los marginados y grupos vulnerables, con un significativo impacto en mucha gente, creyentes y no creyentes”.

 

La directora de Asuntos Religiosos puntualizó que para el Gobierno del Estado también es de gran relevancia la visita del pontífice a Morelia el próximo 16 de febrero, ya que “por la propia situación que se vive en Michoacán nos interesa promover la tolerancia, el diálogo y la paz; eso no está peleado con un gobierno preocupado porque su sociedad viva bien y que el ciudadano se desarrolle en un estado de paz, donde pueda sentirse pleno como persona en cualquier sentido”