Reencauzar el recurso público a la función sustancial de gobierno

Diversos factores como el alza en la paridad cambiaria peso-dólar, el incremento en el precio de los combustibles y hasta el endurecimiento de la postura de Donald Trump en su relación con México, han ejercido presión sobre la economía de nuestro país. En esta compleja coyuntura, gobiernos e instancias no gubernamentales han implementado estrategias de austeridad en su gasto operativo con el propósito de amortiguar el impacto.

En Michoacán, por instrucciones del Gobernador Silvano Aureoles entró en vigor el acuerdo para el Ajuste en el Gasto Público y Eficiencia en el Gobierno para Fortalecer la Economía y las Finanzas Públicas del Estado, que se distingue de otros planes de austeridad en su objetivo de fortalecer también el ingreso familiar y mantener activa la economía estatal mediante esquemas de apoyo a las actividades productivas y la generación de empleos.

Dicho acuerdo trasciende la urgencia coyuntural, y apunta a una reingeniería en la estructura del Gobierno del Estado para desahogar las finanzas públicas estatales a largo plazo, y priorizar la inversión en obras y acciones de beneficio directo para los michoacanos por encima del gasto en la operatividad de gobierno.

Con esa visión de largo plazo, la presente administración se ha propuesto adelgazar la estructura de gobierno mediante la desaparición o fusión de más del 30% de entidades públicas no prioritarias, además de reducir la nómina de personal eventual hasta en un 50%, acciones que sumadas a otras medidas de austeridad, como la eliminación

de viáticos para funcionarios de primer nivel, representarán un ahorro anual de hasta 354 millones de pesos.

Sin reparar en costos políticos, Silvano Aureoles Conejo apuesta a romper con viejas inercias que con el transcurso de los años se han vuelto un factor de vulnerabilidad financiera en la administración estatal, y un freno para el desarrollo del estado y de sus habitantes, ya que ha habido periodos en los Michoacán ha gastado el doble de la media nacional en servicios personales, destinando hasta 70% del presupuesto estatal para la operatividad del gobierno.

El ahorro en el gasto de gobierno no tendría ningún sentido si no se refleja en beneficios directos para la población de Michoacán, razón por la cual, una parte complementaria del referido acuerdo pone el acento en mantener y potenciar el dinamismo de la economía estatal, por lo que plantea la creación de un fondo de 100 millones de pesos destinados al desarrollo de proyectos productivos que generen empleos.

Además, se implementa el Crédito Ágil con un fondo inicial de 200 millones de pesos para ofrecer financiamiento a negocios ya constituidos con las tasas de interés más bajas del mercado financiero, esquema con potencial para beneficiar a 2 mil empresas, aproximadamente.

Con la puesta en marcha del programa Más barato, sano y nutritivo, se fortalece el ingreso de 150 mil familias acercándoles productos directos del productor a bajo costo.

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