Podemos decir que, desde que comenzamos esta nueva etapa en Michoacán, hemos logrado que nuestro clima social mejore; tenemos más y mejores policías en las calles, tecnología que cuida nuestro paso y vigila nuestra seguridad, centros de atención inmediata que están dispuestos para atender la totalidad del territorio en una tarea que, sí, ha parecido la más difícil de todas por los años de inercia que enfrentamos, pero no hemos dejado de avanzar y lo seguiremos haciendo.
Los rostros de la vulnerabilidad por pobreza, discapacidad, edad o condición étnica, de género u otra son cada vez menos, porque los tenemos presentes y por ellos hemos logrado desplegar programas novedosos para acompañarlos en su desarrollo.