Elefantes

Son animales mamíferos, exclusivamente herbívoros cuya característica principal –además del gran tamaño– es su larga trompa y sus enormes orejas. Se organizan en manadas de unos 20 miembros, miden casi 4 metros los ejemplares más grandes y pueden llegar a pesar más de 6.000 kilos. Suelen vivir alrededor de 70 años y tienen el periodo de gestación más largo de todos los animales: 22 meses. Nada más nacer, las crías ya pesan más de 100 kilos. 

Debido a su gran tamaño, tienen también un cerebro muy grande por lo cual son animales muy inteligentes a los que se asocian comportamientos como el duelo por una pérdida, la asociación con otros miembros, el uso de herramientas, la adopción, el juego e incluso el autorreconocimiento. 

Las orejas de los elefantes actúan como termostato ayudando a soportar el fuerte calor de las zonas donde habitan y su trompa en realidad no es más que una nariz muy desarrollada que también usan como un brazo largo. Los colmillos los usan para buscar comida y agua y son uno de los motivos por los que esta especie se encuentra amenazada, ya que el hombre los utiliza por el valor del marfil. 

Los elefantes son unos verdaderos ingenieros de los ecosistemas, desempeñan un papel clave en los hábitats donde viven y ayudan a mantener el equilibrio de la biodiversidad en los ecosistemas que comparten con otras especies. Y aunque los elefantes son originarios de África y Asia, tienen un importante significado cultural y simbólico alrededor del mundo.

Los esfuerzos de conservación de WWF se enfocan en salvar al mamífero terrestre más grande del mundo de ambos continentes. Trabajamos con las personas que están en el campo cuidando a los animales salvajes, así como con los gobiernos y las comunidades locales para acabar con la caza furtiva, reducir los conflictos entre los humanos y los animales y mejorar el monitoreo y la investigación.

Existen más de 10 características físicas que diferencian a los elefantes asiáticos de los africanos. Por ejemplo, los elefantes asiáticos son más pequeños que los africanos y sus orejas son rectas en la parte inferior, a comparación de las grandes orejas en forma de abanico de las especies africanas. Solo algunos elefantes machos asiáticos tienen colmillos, mientras que los elefantes africanos, tanto machos como hembras, tienen colmillos. También, es importante señalar que existen dos especies de elefantes en el continente africano: el elefante de la sabana y el elefante del bosque, con una serie de características que los hacen distintos.

La trompa de un elefante cuenta con alrededor de 40,000 músculos. El humano, por ejemplo, tiene más de 600 músculos en todo su cuerpo. Los elefantes utilizan sus trompas para succionar y beber agua, recoger objetos, emitir sonidos de alerta y saludarse entre sí.

Los elefantes son diestros o zurdos en cuanto al uso de sus colmillos. Es por eso que el colmillo que usan con más frecuencia es generalmente el más pequeño.

Los colmillos de los elefantes sirven para muchos propósitos. Estos prolongados dientes pueden usarse para proteger la trompa del elefante, levantar y mover objetos, recolectar alimento y remover la corteza de los árboles. También los pueden usar para defenderse. En épocas de sequía, los elefantes incluso usan sus colmillos para cavar agujeros y encontrar agua bajo la tierra.

Los colmillos del elefante son en realidad dientes que se extienden más allá de su boca. Están conectados al cráneo y tienen terminaciones nerviosas, al igual que nuestros propios dientes. Una vez que un colmillo se rompe, daña o quita, se queda así.

Los elefantes tienen el período de gestación más largo que cualquier otro mamífero: 22 meses. Las hembras dan a luz cada cuatro o cinco años. Las manadas de elefantes tienen complejas estructuras sociales, están encabezadas por matriarcas y se componen de grupos de hembras adultos y crías, mientras que los elefantes macho suelen vivir aislados o en pequeños grupos de solteros.

Los elefantes son importantes ingenieros de los ecosistemas. Crean caminos a través de los densos bosques que habitan permitiendo así que otras especies transiten. Muchas especies de árboles en los bosques de África central y Asia dependen de las semillas que pasan a través del tracto digestivo de un elefante antes de poder germinar. Y por si fuera poco, la pisada de un elefante, al llenarse de agua, puede permitir que se desarrolle un micro ecosistema, convirtiéndose en el hogar de renacuajos y otros organismos.

Hoy en día, la amenaza más grande para los elefantes africanos es la caza furtiva que alimenta al tráfico ilegal de marfil. Mientras que la mayor amenaza para los elefantes asiáticos es la pérdida de hábitat y el consecuente conflicto entre humanos y elefantes que esto genera. Basándose en el conocimiento sobre tráfico ilegal de vida silvestre, la experiencia en políticas públicas, y utilizando herramientas comunicacionales y campañas, WWF trabaja muy de cerca con las comunidades y otros actores clave para proteger a los elefantes y sus hábitas.

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